Le quemaron a sus cachorros, ahora “Guardiana” marcha junto a proteccionistas
En la marcha que se realizó el sábado 21, se encontraba una participante que sufrió en carne propia el maltrato animal, la perra "Guardiana". En su lomo acarrea una historia que hace tres años conmocionó a todos. Hasta ahora poco se sabía de ella.
Numerosos casos de maltrato animal han resonado en los últimos tiempos, el de "Chocolate" en Córdoba y otros más denunciados en Juana Koslay avivaron el debate y agitaron las conciencias.
La pregunta siempre es la misma: ¿Qué nos pasa como sociedad para hacer esto a un animal indefenso?.
Un grupo de puntanos le hicieron frente al calor y acudieron unidos por una causa común: hablar por los que no tienen voz, pedir penas severas para los torturadores y asesinos de animales, llamar a la reflexión.
Entre los autoconvocados que se concentraron en el Correo Argentino estaba Victoria Laporte junto a Guardiana, su compañera infatigable. Sus cuatro patas y hocico expectante también tenían algo para decir…o ladrar.
Ellos luchan contra las personas que destruyen la vida de los animales y no reciben más castigo que la condena social que sí bien es bastante no alcanza para que cesen estos casos.
Junto a otros protectores independientes marcharon hasta el Palacio de Justicia, cansados de los asesinatos y mortificación que sufren las mascotas, a manos de estos criminales.
La historia de "Guardiana"
En septiembre del 2014 la perra quedó preñada, pero sus dueños la abandonaron a su suerte. Cuando la Asociación Ecológica (ASOECO), tomó conocimiento de la situación, decidió adoptarla, a pesar de tener sus instalaciones abarrotadas de mascotas con distintas problemáticas.
Guardiana dio a luz a cinco cachorritos, que llevaban su característico color negro, y la flamante familia canina quedó a cargo de la asociación y de niños del barrio, Licitación 4, en la ciudad La Punta.
Los vecinos y los protectores de animales nunca imaginaron que uno de esos niños, que vigilaban a los cachorritos en sus primeros días de vida, sería el responsable de la masacre que aconteció aquella tarde.
El chico de 12 años llegó al “campito” donde vivían las mascotas rescatadas y les dijo a los demás niños que se retirarán del lugar, porque él estaba a cargo.
En ese momento, relata Laporte, el joven enterró a Guardiana y dejo sólo su cabeza en la superficie, “para que pueda ver lo que iba a pasar”, luego colocó una chapa sobre la tierra y acomodó a los pequeños cachorritos para prenderlos fuego.
La madre en su desesperación logró desenterrarse, pero ya era tarde, todos sus hijos habían muerto calcinados.
“El caso se judicializó y el niño hasta el día de hoy debe acreditar que asiste al terapeuta psicológico, sin embargo, al ser menor de edad es inimputable”, narró.
A los pocos días otros cachorritos quedaron huérfanos, y Guardiana los amamantó como si fueran suyos, hasta que estuvieron preparados, y fueron dados en adopción a una familia solidaria.
Victoria Laporte se comunicó con ASOECO, dos meses después del trágico suceso, para hacerse cargo de esta noble perrita. Hoy, ambas están en “pie de guerra” contra los maltratadores de animales.